El baile será el sábado 22 de Julio por los lados de Unilago

Estoy escribiendo un libro se llama el joven cerebro pensante. Trata sobre la pugna que existe entre el cerebro reactivo en el que residen tus instintos irracionales formados por cientos de millones de años vs tu cerebro pensante que se comenzó a formas hace apenas unos pocos millones de años. Un capítulo se refiere a aprender a perder.

Cada pérdida -a veces insignificante- ocasiona en el cerebro reactivo una nueva conexión neurológica que se llama circuito de evitación. Entonces con que asocies una experiencia similar, se activa el circuito, tu cerebro produce ciertos neuroquímicos y sientes algo desagradable en forma de temor, decepción, etc. Así es como te bloqueas y dejas de experimentar de nuevo. Por ese camino ingenuamanente rotulas personas y situaciones, dejas de hablarle a más de uno, cierras tu mente y te aferras a lo malo conocido.

Dicha experiencia bloqueadora que produce tu cerebro reactivo te puede más que la experiencia de ganar o de éxito. Por esa razón vives una relación hermosa y como se acaba, nunca más te vuelves a enamorar. O ganas un millón de pesos y apenas si sonríes pero pierdes cien mil, te dañas el rato y sacas tu fórmula del nunca jamás.

En la vida debes y puedes aprender a perder –perdiendo y siguiendo- o sea esto no significa que no sientas, significa que seas capaz de intentar algo de nuevo a pesar que alguna vez no funcione. Así le vas quitando poder a tus circuitos de evitación, la idea es que llegues al punto en el que una pérdida calculada te resbale. Consecuencia: tus alas se abren. Es la manera como volverás a sentir una ilusión, hacer nuevos cursos, viajar a más lugares. Y te permitirás ir con buena vibra a un baile de solos y solas de César Camargo.

Desde tu cerebro pensante -no desde el cerebro reactivo que no piensa- puedes asumir una pérdida calculada:volvamos al caso del baile: ¿Y si de pronto vas, no te sientes a gusto y te devuelves temprano? Pues por lo menos te atreves a intentar algo ¿verdad? Pero es desde ese mismo cerebro pensante que puedes aumentar a voluntad los segundos o minutos en los que te dedicas a ver posibilidades -en vez de relamer temores-: ¿Y si de pronto te integras tanto que vives una noche de magia como esas que tanto brillan por su ausencia? ¿Y si al menos cambias la rutina? ¿Y si al menos haces el ejercicio de socializar? ¿Y si esa noche al menos tienes una pareja de baile sensacional? ¿Y si ademas de pareja de baile se convierte en una pareja de vida? A ver: ¿Qué crees, que esto es ciencia ficción?

Todos y cada uno de quienes han venido a este sitio se han enfrentado a la posibilidad de perder y la asumieron. Sabrá Dios cuántos parejas felices hay a raiz de esa actitud. No tengo forma de cuantificarlas. Voy más lejos sabrá Dios cuantos seres humanos tuvieron el privilegio de vivir porque alguna vez un hombre y una mujer tomaron un riesgo, vinieron a este sitio, se casaron y hoy agradecen que sus padres se hayan movido a pesar de tener una posible pérdida.

Si estas leyendo estas líneas es porque quieres conocer más gente. Solo escríbeme vía whatsapp al 312 4223836 a ver que opciones vemos.

Gracias

César Camargo, un servidor

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